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El origen secreto de la Muerte de Superman


¿Como se tomo la desición de matar al hombre de acero?
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Articulo escrito originalmente por: Leonardo Navarro Baeriswyl    

1992 iba a ser el año en que empezaría la boda de Superman, pero terminó siendo el de su muerte y funeral. ¿Cómo pudo suceder este cambio tan radical? Para entenderlo, hay que remontarse a 1986, cuando John Byrne se hizo cargo del personaje tras la miniserie Crisis en tierras infinitas y lo reformuló para los tiempos modernos. Una de las modificaciones más importantes fue la de Clark Kent, que dejó de ser un reportero tímido y apocado para transformarse en un periodista estrella, exitoso y seguro de si mismo.

El primero de los dos años de Byrne con el personaje, los editores eran Andrew Helfer y Mike Carlin, éste último salido de una carrera bastante exitosa en Marvel Comics. En 1987, Helfer se hizo a un lado, dejando a Carlin a cargo de todo, quien radicalizó la continuidad que existía entre los entonces tres títulos mensuales del hombre de acero (Action comics, Superman y Adventures of Superman), haciendo que las subtramas trascendieran la revista de turno, continuando en la revista que salía la próxima semana. Esto se hizo más notorio tras la partida de Byrne –que provocó una baja paulatina en las ventas- y el proceso se completó en 1991 cuando salió a la venta el nuevo título Superman:The man of steel, con lo cual el personaje tenía una revista las cuatro semanas del mes.

Lograr que cuatro equipos creativos, formados por al menos tres personas cada uno –guionista, dibujante y entintador-, hilvanaran bien una historia que seguía de semana a semana y que debía continuar con un nivel de coherencia global, a pesar de las diferencias de talento y estilos de cada persona del equipo, era una tarea titánica. La solución de Carlin fue crear las “super reuniones”, que eran una reunión que se realizaba una vez al año, por espacio de varios días, con toda la gente involucrada en Superman, donde todos tenían derecho a voz y voto, incluidos artistas normalmente marginales como el colorista o el letrista. Durante estas sesiones, se planificaba lo que sucedería durante el siguiente año en las revistas del hombre de acero y a veces se esbozaba incluso un poco más allá, creando tanto las historias principales de lo que sucederían en cada número de cada mes de los cuatro títulos, así como las subtramas que se desarrollarían en paralelo. El sistema funcionaba y era altamente productivo, y permitía que Superman fuera el equivalente a una teleserie para DC Comics.

La caída de las ventas que comentábamos antes llevó a un intento de captar más público femenino, por lo cual se enfatizó la relación de Clark Kent con Lois Lane algo lógico dada la nueva personalidad del chico de Smallville- dejando de lado la atracción que ella sentía por Superman, al punto que a fines de 1990 ambos periodistas se comprometían en noviazgo y en abril de 1991, Lois se enteraba de la identidad secreta de su novio.

El escenario estaba armado para que el número 500 de Adventures of Superman, programado para enero/febrero de 1993 fuera un significativo especial con la boda de estos dos grandes personajes de las viñetas. Pero intervino un factor que provoca conflictos en muchas parejas y familias de la vida real: la televisión. No, los novios no peleaban a muerte y se disgustaban para siempre por quien tenía el control remoto: en el mundo real, los derechos televisivos de Superman cambiaban de dueño.

En 1978, Alexander Salkind producía tras varios años de esfuerzo el primer y megaexitoso filme de Superman, y lograba un trato con DC Comics para producir varias películas más y proyectos televisivos con el personaje. Tras las tres primeras películas y la película de Supergirl, Salkind había probado suerte en la pantalla chica con Las aventuras de Superboy, un show de media hora que fue cancelado tras dos temporadas. Tras este fracaso, Salkind se rindió y el destino televisivo del kriptoniano volvió al ruedo de DC comics.

La presidenta de la compañía en ese entonces, Jenette Kahn, estaba empecinada en vender una serie con los personajes que reflejara la nueva continuidad en los cómics y no conceptos ya dejados de lado, como ofrecían las producciones de Salkind –por ejemplo, en la DC post Crisis nunca había existido Superboy.  Finalmente, Kahn logró su objetivo y ABC dio el vamos para una nueva serie de Superman en TV, ambientada en los primeros años de Clark Kent como superhéroe, con una Lois Lane independiente y divertida, con el empresario Lex Luthor como villano estable y los papás adoptivos de Clark como apoyo para los problemas del héroe. La serie se llamaría Lois y Clark. Las nuevas aventuras de Superman, y la relación romántica entre ambos personajes sería uno de los ejes de sus tramas. Según lo planeado por la producción, en algún momento Clark y Lois terminarían casados. La primera temporada debutaría recién a fines de 1993, pero tras una reunión entre el equipo del programa, los creativos de las revistas y la plana mayor  de DC, se decidió que era mejor coordinar las cosas de forma tal que la boda en los cómics sería cuando sucediera también en TV –si la serie duraba tanto como para llegar a ese punto.

Así se llegó a la super reunión para pensar los años 1992-1993. La boda se cancelaba indefinidamente y había que pensar en una nueva historia. Dan jurgens, guionista y dibujante de Superman, volvía a manifestar su interés de hacer un número que fuera una gran pelea de principio a fin, “un festín de combos”, como definía su idea, y que todos los años era desechada. Ahora el panorama era peor, porque había un vacío de varios meses de historias que había que rellenar de alguna forma. Jerry Ordway, guionista y dibujante de Adventures of Superman –donde se debería haber producido la boda- y el miembro más viejo del equipo fue el que sugirió en broma, como hacía siempre que había un atasco de ideas, “matémoslo de una buena vez”. Pero esta vez el equipo no se rió, sino que muy seriamente se plantearon que harían luego de matar a Superman.

Como recuerda Jon Bodganove, artista de Superman: Man of Steel, “empezamos a hablar seriamente sobre como sería todo. Uno a uno, empezamos a decir nuestros sentimientos más profundos acerca del hombre de acero: quien era, qué significaba para los personajes de nuestras historias, qué significaba para nosotros mismos y para el mundo en general. La historia casi se escribió sola, de atrás para adelante. Sentimos que era una historia que podría hacer que los lectores se preocuparan nuevamente de él de la forma que nosotros siempre nos habíamos preocupado de Superman y Dan iba a tener su festín de combos, después de todo”.

Roger Stern, guionista de Action comics, dice que hasta el día de hoy hay gente que cree que todo fue un truco publicitario para vender más. “Por el contrario, estas historias, y la publicidad que recibieron, fueron como una bola de nieve que crece mientras rueda. La publicidad vino después, y solo porque- y me perdonarán la expresión- teníamos una historia matadora. La noticia salió en un día periodísticamente flojo, y la tormenta mediática que provocó fue mucho más grande de lo que esperábamos. Pero todo fue gracias al poder de la historia”.

Tras la muerte, el mundo se quedaba sin el mayor de sus héroes y esto debía reflejarse de alguna forma, y esa forma era Funeral por un amigo, nueve revistas donde se veía cómo el mundo lloraba a Superman, cuál era la reacción emocional de sus cercanos y familiares y que pasaba con Metrópolis cuando su guardián ya no estaba ahí.


“Cuando me recuperé del shock de que realmente nos iban a permitir hacer la muerte de Superman, lo que más me interesó fue explorar las consecuencias de dicho evento”, recuerda Jerry Ordway. “Al hacer historias de un mundo sin Superman fuimos capaces de hacer paralelos ficticios entre la reacción en el universo DC y la del mundo real y su tristeza por la “muerte” de un ícono.”

Tras el fin de Funeral por un amigo, los títulos de Superman dejaron de salir por casi tres meses. Con fecha de portada de Junio de 1993 salía a la venta Adventures of Superman 500, el que hubiese sido la boda de Superman, pero que ahora traía la esperada resurrección del primer superhéroe de la historia, y que daba el puntapié inicial al Reinado de los superhombres, 20 números donde 4 personajes distintos reclamaban ser el verdadero kriptoniano resucitado, una de las sagas más entretenidas en la historia del personaje. Pero eso ya es otra historia muy diferente…

Mediáticamente, la historia fue impactante. Diarios, revistas y noticieros de todo el mundo cubrieron la noticia como si se tratase de una muerte real. Las ventas se dispararon y se calcula que se vendieron entre 6 y 8 millones de ejemplares del número 75 de Superman, donde el kriptoniano caía finalmente ante los puños de Doomsday. Rápidamente se hicieron segundas y terceras ediciones de cada revista que formaba parte de la historia, y al poco tiempo fue reunida en un tomo recopilatorio que también fue best seller. Tras largo tiempo, Superman era tomado en cuenta nuevamente por el gran público.

Pero para Mike Carlin, el gestor de esta saga, el momento más genial fue cuando todo el equipo se reunió a cenar con Jerry Siegel, el creador del personaje. Siegel les dijo que entendía lo que estaban haciendo, y que como escritor le parecía bien y entendía la idea de sacudir un poco las cosas, además de sentirse impresionado por toda la atención que había recibido la historia. “me recordó incluso que él ya había escrito esta historia antes, en Superman 149, ¡así que ya sabía como se hacía! Siegel ya lo había inventado, tal como todo lo demás.”

“Jerry Siegel estaba emocionado de conocer a los autores de la trama de la ‘muerte’, y siempre voy a atesorar el hecho de saber que era un fan de este trabajo”.

FUENTE:


http://eprensa.usta.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=621:el-origen-secreto-de-la-muerte-de-superman&catid=214:cultura&Itemid=131


Sobre el autor
Ted Kord
Editor
Lector de Comics
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