Debido a las numerosas cartas enviadas por los fans (que incluso se habían agrupado bajo la égida de The Legión Fan Club) el editor Murray Boltinoff decidió devolver la regularidad a la serie en la revista Superboy N° 172 (1971), con guiones de Nelson Bridwell y dibujos George Tuska. Mas tarde tomaron la posta el Cary Bates (guiones) y Dave Cockrum (dibujos) que se encargaría de redefinir el look visual del siglo XXX.
En 1973 esta publicación pasó a llamarse Superboy & the Legión of Super Heroes y a partir del N° 202 Cockrum sería suplantado por Mike Grell. Aun así el éxito definitivo no había llegado.
Cuando la LSH se hallaba en plena decadencia, los guiones habían corrido por cuenta de Paul Levitz, Gerry Conway, Roy Thomas y toda una serie de dibujantes que no lograron encontrarle el rumbo a la serie. En 1981 Levitz se encargó otra vez de los guiones y junto a Keith Giffen (que actuaría como dibujante y luego co-guionista) cambiaron nuevamente la estética visual y narrativa de la serie, entregándonos una época de oro de la Legión. La historia más importante de esa época sería sin lugar a dudas La Gran Saga de la Oscuridad, aparecida entre los N° 291-94 (1982), en donde la Legión se enfrentaba a un renacido Darkseid que quiere conquistar el universo, usando para ello clones malignos de Superman y Orion y un ejercito conformado por todos los habitantes del planeta Daxam (lugar de nacimiento de Mon-el).
A caballo del éxito, la DC cambia nuevamente el título por Tales of the Legión of Super Heroes y crea una nueva serie en formato de lujo (vendido en librerías especializadas) llamada Legión of Super Heroes, que anticipaba en un año la publicación de la serie regular (mas económica).
En 1986 soplarían vientos de renovación en DC cuando George Pérez y Marv Wolfman cambiaron todo con su maxiserie Crisis en las Tierras Infinitas. Las líneas temporales debieron ser reformuladas y una de las afectadas fue la correspondiente a la LSH, pues en este nuevo universo Superboy había sido eliminado de la continuidad y por lo tanto las motivaciones originales de la Legión también habían cambiado. Para deshacer este entuerto se les encargó a John Byrne y Paul Levitz que arreglaran las cosas. A instancias de un villano conocido como Time Trapper, crearon la existencia de un universo de bolsillo (sic) en donde realmente había existido el Superboy que conociera la LSH. (Saga aparecida en LSH N° 37-38, Superman N° 8 y Action Comics N° 59)...¡Una pavada total!.
Con este enmiendo se creo un nuevo superboy idéntico al pre-crisis (el q la legión conocía) que tras conocer la verdad de que era una copia joven de superman echa por el trampero del tiempo, murió salvando al universo y la legión definitivamente se desligo de su mentor e inspiración kriptoniana.
Todo esto culpa de Byrne y Paul Levitz que empujados por decisiones editoriales propias o de otros armaron esta suerte de conspiración temporal para salvar las historias previas de la Legión, que cada vez mas veríamos como perdía la ingenuidad y el optimismo que recordábamos en sus años mozos, cuando al siglo XXX llego la oscuridad que teñían los comics en al década de los ochentas.
Continuara...
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