Por Marcos Muñoz para el Blog Look! Up in the sky!


No es, probablemente, un paso definitivo, sino la última vuelta de tuerca de la editorial DC para insuflar sorpresa y desafíos en el personaje más emblemático que tiene. Pero, aunque puede dar lugar a historias y conclusiones muy interesantes, tampoco es un paso novedoso. Repasaremos aquí las otras veces en que Superman ha perdido el "súper", y lo que ha significado para él.
La primera vez

La Maravilla de Metrópolis supera la velocidad de la luz para viajar al pasado y rastrear el origen de los meteoritos, y acaba descubriendo que proceden de un planeta lejano y muy avanzado llamado Krypton. Y lo que es más, que él mismo fue enviado a la Tierra desde ese planeta para que sobreviviera a su destrucción.

Por tanto, tenemos una interesante vinculación entre la primera vez que Superman pierde sus poderes (en la que será su vulnerabilidad principal durante toda su historia) y su propia identidad. Que Superman pierda sus poderes le llevará a saber que él es kryptoniano.
El hombre de arena


El "hombre de arena" tuvo un remake en 1992, en manos de Walt Simonson (en un cómic llamado, sencillamente, Superman Special), y una reelaboración bastante original dentro de los Nuevos 52, en Action Comics: Futures End #1 (2014), un tie-in con la saga que desarrollaba un posible futuro del universo DC dentro de 5 años.
Clark Kent no es Superman
En Superman vol.1 #17 (1942), Lois Lane empezó a sospechar que Superman podía tener una identidad secreta y que esa identidad era su aparentemente torpe y cobarde compañero Clark Kent. Trató de pillar a alguno de los dos en falso durante mucho tiempo, sin demasiado éxito, y ésto se convirtió de hecho en una de las historias recurrentes durante los 50 y los 60, tanto como las apariciones de Mxyzptlk o las peculiares mutaciones a cargo de la kryptonita roja. Es decir, que lo que ahora ha hecho la Lois Lane del moderno universo DC no es sino la culminación de algo que llevaba 73 años persiguiendo.
Action Comics #484 fue en su momento toda una revolución que cambió el status quo aparentemente inamovible de los personajes, aunque se tratara de las versiones de Tierra-2. Nos plantea a un Clark que asumía parte de las virtudes de Superman al desaparecer éste, y que podría ser el origen de la famosa escena del vertedero en la película Superman III (1983). Algo que el dramaturgo catalán Josep Maria Benet i Jornet ya había sugerido en su obra de teatro Supertot (1973), en la que el superhéroe tiene un alter-ego por debajo de la media de los hombres normales, y al desaparecer el primero acaba mejorando las capacidades del segundo.
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Montaje de Els últims dies de Clark K. en la Sala Flyhard de Barcelona |
Superman II (1980)
La segunda película de Christopher Reeve como el hombre de acero tiene esencialmente dos tramas: el ataque a la Tierra de los tres criminales escapados de la Zona Fantasma y la relación romántica entre Superman y Lois. La periodista sospecha cada vez más que el héroe y Clark son la misma persona y acaba descubriendo su secreto en las cataratas del Niágara. Tras ello, Superman la lleva a la Fortaleza de la Soledad, donde consuman físicamente su relación (las consecuencias llegarán en Superman Returns, 2006) y él acaba tomando una decisión drástica: renunciar a sus poderes para vivir en igualdad con ella. Superman se obliga a elegir entre serlo o ser Clark Kent.La elección acaba siendo un desastre: primero, Clark es humillado por un camionero chulito, y más tarde se ve obligado a recuperar sus poderes para poder plantar cara a Zod, Ursa y Non. Hay dos finales a la historia: según el montaje del director Richard Donner, Lois decide finalmente contar el secreto de Superman en un artículo, lo que nos pone en contacto con su decisión actual en los Nuevos 52. Pero el hombre de acero invierte el curso de la historia y acaba deshaciendo todos los hechos ocurridos durante la película. Es decir, la famosa escena de Superman dando vueltas alrededor de la Tierra y haciendo retroceder el tiempo (o viajando al pasado) no era originalmente el final de la primera película sino de la segunda. Cuando esto se cambió, el final que se estrenó en el cine y que más gente conoce presenta a Lois sencillamente frustrada al no poder contar el secreto a nadie (su sentido del deber periodístico pugnando por sus sentimientos hacia la persona), hasta que Clark borra ese dato de su memoria con un "superbeso" (inspirado en una escena de Action Comics vol.1 #306).
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Action Comics #306: el superbeso original No, el "superlogo-lanzable-atrapador" sí que se lo sacaron de la manga... |
Whatever happened...?
Alan Moore escribió algunas de las últimas historias de Superman antes del reseteo de la continuidad original de DC en el macro-evento Crisis en Tierras Infinitas. Curiosamente tres grandes narraciones en las que se explora el tema de la identidad y los poderes del personaje con resultados distintos."The Jungle Line", en DC Comics Presents #85 (Sep. 1985) une de forma bastante insólita a Superman con la Cosa del Pantano; insólita porque el hombre de acero acabará el encuentro sin saber del mismo. En esta historia, Kal-El se infecta con un hongo kryptoniano y sus poderes comienzan a fluctuar, apareciendo, desapareciendo y amplificándose sin aviso mientras su propio cuerpo y su mente se dirigen, aparentemente, hacia la destrucción. Incapaz de confiar en sus poderes, es un atormentado Clark Kent el que se dirige hacia los pantanos de Louisiana con la certeza de que su muerte se acerca rapido. Son varios los momentos en los que Kent parece convertirse en una especie de refugio para ese Superman que no es capaz de serlo, más patético pero a la vez más sólido: cuando Superman y Kal-El fallan, el que lleva la batuta es Clark Kent.
Un par de meses después, en Superman vol.1 Annual #11, otra planta extraterrestre pone en apuros a nuestro héroe, esta vez paralizando su cuerpo y haciéndole alucinar con que Krypton nunca fue destruído y él pudo desarrollar su vida allí como Kal-El. Desaparecen, por tanto, Clark y Superman, la dualidad en la que se mueve en su vida, desaparecen los poderes y su vida terrenal, y sólo queda la vida que nunca pudo tener, la vida que le ha sido negada irremisiblemente. El título de la historia, por supuesto, es "To the man who has everything...": lo que desearía Superman si pudiera elegir es ser Kal-El.

Adios poderes
Pasaron los años, el universo DC post-Crisis gozaba de buena salud, y en 1990 Superman se quedó temporalmente sin poderes por culpa de la kryptonita roja mágica creada por un Mxyzptlk asociado con Lex Luthor. Durante la llamada "Krisis de la Kryptonita Karmesí", Superman recibe la ayuda del Profesor Emil Hamilton, que le diseña una armadura temporal, y del superhéroe Starman, que trata de recargarlo con rayos solares concentrados y posteriormente se hace pasar por el propio hombre de acero para que no corran los rumores de su desaparición entre el mundo criminal de Metropolis.
Por tanto, la pérdida de poderes y la dominación de la personalidad kryptoniana acaban fortaleciendo el lado humano del personaje. Superman es el disfraz, y esencialmente el personaje, en esta versión post-Crisis al menos, es Clark Kent. Esa aceptación le permite avanzar en su relación Lois y para ello acaba siendo imprescindible desprenderse, frente a ella, de la identidad secreta.
Grant Morrison dixit

Una de las cosas que hizo Morrison durante su tiempo con Superman fue matar a Clark Kent: en Action Comics vol.2 #10, Kent es dado por muerto mientras trataba de salvar a un suicida con explosivos, y Superman aprovecha para buscarse una nueva identidad secreta, un bombero que tentativamente llama Johnny Clark. Finalmente es Batman quien le hace ver que lo que él necesita realmente es ser periodista, y que en el fondo él no es otro que Clark Kent. Así que se las ingenian para explicar como Clark ha sobrevivido y todo vuelve a la "normalidad"... con un poco de ayuda mágica de la Quinta Dimensión.
En definitiva: que Superman pierda los poderes y la identidad secreta no es una novedad. Generalmente siempre han vuelto, pero lo importante es que en muchas ocasiones esos "eventos" han servido para redefinir y humanizar al personaje, nadando hasta el fondo de quién es realmente y si son los poderes o el traje quienes determinan quien es él en realidad. Las reducciones de poder también han servido para explicar historias más cercanas, más ancladas en el mundo que conocemos, y para dotarle de una vulnerabilidad que aumente el valor de sus proezas: si todo cuesta más, si hay riesgo, todo es más emocionante. Veremos si en DC aprovechan la oportunidad para crear nuevas historias interesantes sobre su personaje insignia.

Agradecemos a Marcos Muñoz por compartir su excelente trabajo con nosotros. Los invitamos a seguirlo en su blog en http://kalelelvigilante.blogspot.com.es/.
Fuentes:
http://kalelelvigilante.blogspot.com.es/2015/07/superman-es-clark-kent.html