Agotado por el diario trajinar de las labores cotidianas, muchas noches me dirijo hasta mi pequeño cuarto de recreo con el fin de dejar de lado, aunque sea por unos breves momentos, al adulto que cubre con su sombra el espíritu del niño que todavía mora en mi interior. Ya sentado en una cómoda silla, mis ojos se dirigen hacia la colección de comics que poseo. Poco a poco esos amigos de papel se encargan de limpiar mi mente de todos los problemas, al hacerme retroceder a mis días de infancia.
En un rincón de la biblioteca, apilados y guardados en bolsas especiales, puedo ver los pocos ejemplares que poseo de la extinguida editorial mejicana Novaro. Y mi infancia por fin se impone sobre la realidad, acercándome el querido recuerdo de un grupo de héroes que se transformaron en mis favoritos: La Legión de Superhéroes.
En los inicios de la edad de plata de los comics (1956) numerosos héroes retornaron del olvido con rostros y trajes nuevos, embarcando a los jóvenes lectores hacia un nuevo universo de aventuras y fantasía. Por esos tiempos uno de los personajes mas vendidos, y que incluso habían sobrevivido a la decadencia de finales de los años 40, era sin duda Superman, todo ello gracias a la coordinación de su editor Mort Weisinger y una troupe de grandes creadores como Curt Swan, Kurt Schaffenberg, Wayne Boring e incluso el mismísimo Jerry Siegel.
A raíz del permanente éxito generado por el hombre de acero, sería creada una versión adolescente del mismo que llevaría el nombre de Superboy, el cual haría su aparición en la revista More Fun Comics N° 101 (1945), gracias a Murray Boltinoff, Mort Weisinger y Joe Shuster.
Más tarde, Superboy pasaría a las páginas de Adventure Comics a partir del N° 103 (1946) y las de su propio comic en 1949, con dibujos a cargo de Wayne Boring y John Sikela. En estas simplonas historias serían contadas las aventuras de este chico, devenido a superhéroe, en su Villachica natal. Viejos y nuevos personajes harían su aparición en la serie y entre ellos surgirían tres personajes que se encargarían de cambiar el rumbo de este comic publicado por DC Comics.
Impulsados por Weisinger, el guionista Otto Binder y el dibujante Al Plastino crearían un grupo de superhéroes del futuro que visitarían (en nuestro presente) a Superboy. La Legión de Superhéroes (a partir de acá LSH), conformada por Cosmic Boy (Cósmico), Saturn Girl (Saturna) y Lighning Boy (Relámpago), llegaría a Villachica desde el siglo XXX con el fin de reclutar a Superboy entre sus filas, ya que el mismo es considerado como toda una leyenda en la historia de ese mundo futuro. Luego de someterlo a unas pruebas, se transformaría en un miembro honorario de la Legión. La historia, aparecida en las páginas de Adventure Comics N° 247 (Abril de 1958), generó tal éxito que todo un grupo de fans reclamaría por el regreso de los legionarios.
La LSH volvería a aparecer en el N° 267 (Diciembre de 1959 -Jerry Siegel y George Papp-) y de ahí en adelante sus participaciones irían haciéndose más frecuentes, un hecho que seria gratamente recibido por los lectores.
A los 3 integrantes originales fueron sumándose nuevos héroes (Colosal, Invisible, Bracniac 5, Ultraboy, Bouncing Boy, Mon-el, Camaleón, Triple, Violeta y Solar, entre otros) y la serie pasaría a editarse regularmente a partir de Adventure Comics N° 300 con el título de Tales of the Legión of Super-Héroes.
Siegel continuó a cargo de los guiones hasta el 306, para luego ser sustituido por el escritor de ciencia ficción Edmond Hamilton y el dibujante John Forte. A instancias de Hamilton surgieron una serie de fascinantes ideas en donde se nos presentaba un futuro en que el hombre por fin había llegado a otros mundos bajo la égida de los Planetas Unidos. En este vasto universo una fuerza del bien, integrada por un grupo de jóvenes humanos (o no), seria la encargada de mantener el orden enfrentándose a villanos, monstruos y conquistadores del universo. Superboy visitaría frecuentemente el siglo XXX a fin de potenciar el éxito de la serie, aunque esto no haría falta ya que la LSH estaba teniendo impulso propio.
A partir de Adventure Comics N° 309 (1963) la LSH se transformó en el protagonista principal, ganando la pulseada a las historias de Superboy, y a partir del Nº 317 pasó a llamarse Adventure Comics featuring Superboy & Legión of Super Heroes. Aparte de la serie regular, los legionarios aparecerían en títulos como Superman, Action Comics, Word Finest y otros.
Una de las cosas más interesantes de la LSH era que cada año se hacia la elección del líder del grupo y los votos eran emitidos por los propios lectores El éxito creció y con el mismo llegarían otros personajes (Time Trapper, Computo, la Legión de héroes Sustitutos etc.) que fueron sumándose a esta historia del futuro.
Con la muerte de John Forte en 1965 y el retiro de Hamilton, entran en escena Jim Shooter (que a los 14 años ya había escrito su primer guión de la legión), Curt Swan y George Klein. Shooter cambió el enfoque de los personajes al dar mayor énfasis a las características personales de los mismos y a la acción por sobre la historia (debido a la gran influencia ejercida por la Marvel en esos años). Y fue un éxito.
El número de legionarios aumentó a 35 (con sustitutos y reservas incluidos) y nuevos enemigos se harán presentes, entre ellos Los 5 Fatales, El Devorador de Soles (que mataría al legionario Ferro) y el Brujo Mordru. En el N° 373 (1968) Curt Swan se cansó de dibujar tantos superhéroes y dejó los lápices a Win Mortimer y Jack Abel. Todo iría bien hasta 1969 en que la LSH pasó a la revista Action Comics iniciándose su decadencia hasta fines de 1970.
Continuara...
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