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“Regreso a Krypton”: Un comic de Superman que deberías leer


Recomendamos un comic de Superman no muy famoso.
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Esta sección está dedicada a rescatar aquellos buenos comics de Superman en el olvido, esos comics que emocionan, tocan un tema muy particular o simplemente son una buena lectura.


Hoy analizaremos el episodio llamado “Regreso a Kripton” narrado en la revista Superman volumen 2, numero 18 publicado en junio de 1988.


Con guiones de John Byrne y dibujos de Micke Mignola.











Tras sufrir la exposición momentánea de la radiación de la explosión del planeta Krypton que finalmente tras 28 años alcanzó la tierra, Superman con ayuda de sus amigos Hawkman y Hawkwoman (Hombre y Mujer Halcón) pudo identificar la procedencia de la fuente de radiación y así los restos del planeta natal del Hombre de acero.


Junto a la pareja de superhéroes se dispuso a viajar forrado en un traje espacial de Plomo a lo que quedaba del planeta Krypton que para sorpresa de Superman y sus amigos, este parecía estar entero, ya que la gravedad que quedaba del planeta hacia que los fragmentos de Kryptonita flotaran como un cinturón de asteroides formando una esfera en el lugar que estaba el astro.


Decidido a de alguna forma recorrer lo que era su mundo, el hombre de acero se aleja de la nave y solo protegido por el traje de plomo se sumerge en un verdadero “mar de Kryptonita verde” donde comienza a recordar los últimos días de su mundo gracias a las grabaciones mentales de “recuerdos” que Jor-El, su padre biológico, le legó. Pero los hechos empiezan a cambiar y Superman experimenta una historia diferente a lo que sucedió realmente con el destino de su raza.


Jor-El convence al concejo de Krypton de abandonar el planeta en un éxodo masivo de la raza rumbo a la tierra, a la vez que descubre una cura para los nocivos efectos de la Kriptonita. Ahora Jor-El es un líder aclamado ya que salvó a su pueblo del cataclismo, logrando finalmente aterrizar la flota en unos campos de Kansas en un lugar llamado Smallville, allí una pareja bondadosa apodada como los Kent’s son el primer contacto entre los Kryptoniamos y la raza humana.


Bajo un sol amarillo y joven toda la raza extraterrestre descubre de un momento a otro las habilidades de ser superhombres y debido a lo “atrasado” tecnológicamente y lo diferente de las costumbres terráqueas, los Kryptonianos comienzan un proceso de aculturación en los años que siguieron, siendo la tierra reformada parcialmente a la apariencia arquitectónica de Krypton.  Metrópolis fue rebautizada como nueva Kandor y los humanos vivian a la sombra de este nuevo reino.


Jor-El sintiéndose culpable de llevar a su raza a ese nuevo edén, renuncio a su posición como Kryptoniano uniéndose a una resistencia humana contra sus propios hermanos denominándose como el “salvador” de la humanidad, y con tecnología de su mundo natal y su ingenio generó una Kryptonita artificial más poderosa que la original y desató una guerra entre los mundos que duro 6 largos años.


Finalmente la humanidad triunfó sobre Krypton, aunque solo quedaba derrotar a la líder de Nuevo Kandor Lara, pero para Jor-El era casi imposible matar a la mujer que una vez amo y mucho menos aun cuando ella le presenta al primer Kryptoniano nacido en la tierra… el hijo de ellos dos: Kal-El.


Gritando de dolor Superman se retorcía dentro de los restos de su extinto mundo, hizo falta la destreza de Hawkwoman para sacarlo de ahí a tiempo antes de que muera envenenado por la Kriptonita que era lo suficientemente poderosa como para filtrarse en su traje espacial de plomo y provocarle la alucinación febril de la supervivencia de su raza en la tierra.


Trastornado por lo que pudo haber sido, Kal-El intenta copiar la formula anti Kriptonita que vio formular a su padre en sueños, pero esta es inerte e inútil y de alguna forma Kal-El lo prefiere así, el necesita la Kriptonita como un recordatorio de su propia mortalidad, ya que ser un hombre siempre será más importante que ser un superhombre.


Un Superman reflexivo y nostálgico como nunca antes lo habíamos visto, añorando el pasado que nunca tuvo, deliberando entre sus lados Kriptonianos y Humano, Superman recurre a Hawkman y Hawkwoman, dos ex policías  que al igual que Superman son inmigrantes interplanetarios que tomaron como su hogar al planeta tierra, provenientes del planeta Thanagar.


Ellos juntos ya habían colaborado en el pasado cuando rescataron a Superman que había quedado perdido en el espacio tras una misión con los Linternas Verdes, ayudándoles a atrapar a un villano Thanagariano.


Jor-El, el papá biológico del hombre de acero, aunque aparece en el febril relato que la radiación de la Kriptonita le provoca, se nos presenta como un científico que salvó al mundo y condeno otro, para luego auto proclamarse como un terrorista a los ojos de su pueblo y un salvador para la raza humana.


John Byrne, autor que re definió el personaje era por esos años como el guionista completo de las tres colecciones que tenia Superman, es el genio detrás de la idea de este episodio, el cual se encontraba en la recta final de lo que sería su etapa.


Byrne retoma de alguna forma lo narrado en la saga “Mundo de Kripton” realizada por él y también Mignola, realizando una suerte de epilogo de esta miniserie.


Micke Mignola, hoy mundialmente conocido por ser el creador del personaje Hell Boy es el encargado de dibujar con su singular estilo este comic donde rompe esquemas con su claro oscuro (lamentablemente coloreado) y las síntesis de sus formas, lamentablemente solo realizó un numero mas, un anual donde Superman se enfrentaba fuerzas sobrenaturales.


Alucinante capitulo que con solo 24 páginas nos pega un viaje a lo que pudo haber sido el futuro de Krypton si su pueblo sobreviviera a su apocalipsis planetario.


Historia que de alguna forma homenajea a los “mundos de Kripton” episodios donde Superman podía viajar por el tiempo y acceder al pasado de su mundo antes de que explote y a las “historias imaginarias”, esos proto-elseworlds donde se contaba una historia alternativa que cambiaba los acontecimientos de la vida editorial de Superman, historias que salteaban la continuidad del personaje.


Byrne y Mignola narran tanto en tan poco que hoy los de DC te harían una saga anual llena de crossover con esa idea derrochada en un solo episodio, sin ir más lejos la miniserie “mundo de nuevo Kripton” que pudimos leer en la colección del superhombre hace tan solo unos años tiene una idea muy parecida a esta.


Este episodio vuelve a remarcar lo que el autor marco en toda su etapa en Superman, rechaza su herencia Kriptoniana ante su lado humano que es lo que lo hace ser Superman, ya que justamente es en la fantasía de este episodio que puede contemplar lo que él podría haber hecho en la tierra sin el amor de Má y Pá Kent, y re valora a la Kriptonita como arma definitiva, no solo por el daño físico que esta le proveé sino, por el valor moral que somete al último hijo de krypton recordándole que el tiempo que vive es prestado y es tan vulnerable como cualquier humano.


Sobre el autor
Ted Kord
Editor
Lector de Comics
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