Por Roberto Chavarría
Hace tan solo un par de días vimos el trailer #3 de Man of Steel. Lo que pueda decir yo en este editorial, aclaro de una vez, está sujeto a un completo subjetivismo... porque más que como Director o como comunicador (para lo cual tratamos de ser muy profesionales), voy a hablar como fan.
¡Qué llegue ya el 14 de junio por el amor de Dios!
La espectativa, la ansiedad y el último "daño" que nos hicieron mostrándonos este tercer trailer, no tiene comparación.
Antes que nada quiero ser sincero, honesto y creíble, tratándo de ver las cosas de la forma más objetiva posible en medio de toda mi subjetividad. Yo no recuerdo una película en la historia que haya levantado tanta espectativa como esta película de Superman, ni siquiera The Dark Knight, y ya estoy siendo inmensamente atrevido. ¿Iron qué? ¿Venga qué? ¿Spider qué? Hasta el momento nada de lo que hemos visto se compara con la fuerza y magnitud de este trailer. Es más... en este trailer vimos 3 golpes de Superman a Zod, más golpes de los que vimos en todas las películas anteriores.
Pero vayamos a lo que vimos. Creo que nadie pudo ignorar la increíble combinación, entre las escenas de explosiones de Krypton, la cara de impotencia de Jor-El y la música de Hans Zimmer iniciando con unas notas de piano. Luego el drama, un Jor-El despidiéndose de su hijo (debo decir que Russell Crowe me vende la idea de que es Jor-El) al igual que Lara y lo que dicen. "Será un marginado... lo matarán", "¿Cómo?" responde Jor-El, "Será un dios para ellos". Ya no deja duda que la idea meseánica sigue estándo presente.
Creo que nadie pudo haber dejado pasar cuando Jonathan Kent le revela a su hijo la nave. "Tu eres la respuesta a si estamos solos en el universo". Conmovedor y profunda la siguiente interacción. "¿No puedo pretender tan sólo ser tu hijo?", y la voz quebrada de Jonathan Kent (aquí también Kevin Costner me vende la idea de que es Jonathan) "¡Tu eres mi hijo!". Y luego parece que el resto de significados antes conocidos, o se respetaron, o sencillamente deben ser así. "Quiero pensar que fuiste enviado por una razón" (recordándome las palabras de Jonathan Kent en Superman The Movie), "y aunque te tome tu vida entera, te debes a ti mismo descubrir cual es esa razón".
Todo lo que vemos después, desde Clark sosteniendo una estructura, hasta Lois husmeando lo que parece ser la Fortaleza, es una avalancha de emociones que la verdad todos quedamos sorprendidos.
Y es curioso, porque aunque esa escena del primer vuelo de Superman ya la conocemos y la hemos visto miles de veces, verla de nuevo da la misma emoción, y sumándole la nueva música de Hans Zimmer -que como me comentó Ted Kord en privado, es épica y tiene un aire en el fondo a lo que quiso hacer John Williams en su momento, y que por otro lado es lo que esperaba de Zimmer, usando muchos tambores y notas cortas-, parece que la escena simplemente se sale de la pantalla completa.
Lo que vemos después es una combinación de escenas de acción, Superman siendo "más rápido que una bala", un Zod amenazando "¿Crees que tu hijo está a salvo? ¡Lo voy a encontrar!" -hasta que da miedo-, lo que parece ser el famoso Black Zero, una nave enorme y finalmente imágenes muy poderosas, incluyendo ese vuelo de Superman por un cañón.
¡Y que mejor manera de cerrar que con esa escena entre Lois y Superman! Alguien mencionó por ahí que le recordaba la entrevista de Superman The Movie, seré sincero, no me lo recuerda para nada, me parece un encuentro completamente diferente. Una Lois muy sobria y un Superman muy seguro. "No es una 'S', en mi mundo significa esperanza". ¡Me compraron con esa idea!
Mi buen amigo Ted Kord me dijo algo cierto, que mantuviera la calma, y creo que tiene razón. Tenemos que tener mucha calma, tanto en ansiedad, como en espectativas (que ya de por si son altísimas, aún más), pero parece que ya no hay marcha atrás. La mayoría creemos que esta película es la "película" de Superman que tanto esperamos. Y cuidado sino una de las mejores películas (y ¿porqué no? la mejor) de Superhéroes de todos los tiempos.
¿Y saben que me alegró mucho así de manera muy personal? Que no pensé nunca en Christopher Reeve, ni en la música de John Williams, ni nada del pasado. No lo extrañé. Creo que finalmente yo, y también muchisima gente por lo que he leido y visto, ya está mentalizada a que este Superman... es el Superman del siglo 21.
Por cierto, ¿ya es 14 de junio?
ACLARACION: Las opiniones en este editorial no son necesariamente compartidas por la Administración de la Fortaleza de la Soledad.