Todo inició el 23 de junio, cuando 12 niños miembros de un equipo de futbol y su entrenador en Tailandia, desaparecieron misteriosamente luego de un entrenamiento.
La situación se volvió preocupante cuando encontraron las bicicletas de los niños en la entrada de las cavernas Tham Luang, en la norteña provincia de Chiang Rai.
Por supuesto que lo peor se esperaba, pues estas cavernas tienen largos pasadizos que se extienden por kilómetros, y como si el problema ya no fuera suficiente, luego de horas de lluvia, ahora permanecían inundádas.
De inmediato iniciaron las operaciones de búsqueda y rescate. Cientos de rescatístas se unieron a la operación, entre ellos, buzos rescatístas superexperimentados, quienes tras valorar la situación el lugar, sin pensarlo mucho empezaron a bucear por las sucias aguas y estrechos canales con la esperanza de encontrárlos aún con vida.
10 días, sucedió lo impensable: ¡Los encontraron a todos vivos!
Desde entonces el mundo se volcó a sacarlos de ahí de cualquier manera.
Para tener una idea de lo peligroso y complicado del #RescateTailandiade los niños de la cueva
— Rony VÉĻIZ (@ronyveliz692) 8 de julio de 2018
Aqui el equipo profesional de buzos #UKvalorando el terreno en la cueva en la que se encuentran los niños pic.twitter.com/3qbS5dmA2E#ThaiCaveRescue
Cómo les habíamos mencionado en un principio, el lugar cuenta con varios kilómetros de cavernas, pasadizos estrechos en muchos puntos, y ahora inundados.
Las opciones para sacarlos no eran muchas. Se valoraban varias opciones: perforar la montaña (tipo Mina San José en Chile con los 33 mineros hace algunos años), pero podrían haber derrumbes, drenar los pasadizos, pero era demasiada el agua acumulada, aparte de que seguía lloviendo. Enseñarles a bucear a los chicos, pero algunos de ellos no sabían ni siquiera nadar debido a una absurda (pero respetable) creencia tailandesa. Y finalmente, la mas extrema, esperar 3 meses a que finalizaran las lluvias para que así la caverna se drenara naturalmente y pudieran salir caminando.
Mientras los cuerpos de socorro valoraban las opciones, el mundo se volcó en apoyo a ellos:
Luego de enviarles alimento, abrigo, medicinas, formas de comunicación, y que los niños mandaran de vuelta cartas a sus familiares, inició la operación de rescate.
La situación no iba a ser nada sencilla, pero era la opción más viable. Cada niño sería sacado, uno a uno por dos buceadores (nuestros superhéroes). Uno lideraría la operación, llevando no sólo su equipo, sino el tanque de oxígeno del niño que estaba siendo rescatado. Este iría guiándose de una línea que marcaría el camino. El niño llevaría una mascara especial completa en su cara, con la cual podría respirar normalmente por la nariz mientras sigue al líder que lo lleva remolcado. Por último otro buzo iría en la parte de atrás supervisándo que todo marchara correctamente, aparte de ir iluminando el camino.
La operación no sería nada sencilla, pues en las operaciones iniciales los buzos tardaron 5 horas entrando y saliendo del punto en donde los niños se encontraban. De igual manera inició el 8 de julio, y finalizó exitosamente el 10 de julio, con el salvamento del entrenador.
La operación fue exitosa. Todos están en el hospital y permanecerán en cuarentena mientras se recuperan, sin embargo ninguno sufrió heridas de consideración y se reporta su estado como estable.
Estos superhéroes buceadores, y estos niños también superhéroes se merecen todo nuestro reconocimiento y admiración.
Sin embargo, no todo fue alegría, pues un buceador superhéroe cayó abatido en el cumplimiento de su deber. No serás olvidado jamás Saman Gunan... tu serás recordado eternamente como un Super Hombre.
Fuentes:
https://twitter.com/hashtag/RescateTailandia?src=hash
https://www.youtube.com/watch?v=RNAQMmfvSJU