Parece que los superhéroes están de moda, y parece que no se limitan a la tierra. Ahora hasta en el cielo aparecen para salvar a la gente.
El viernes anterior, Mikael Anderson, un piloto sueco, salvó de una tragedia una avioneta que fue secuestrada por un hombre que, al parecer quería estrellarla en algún lugar de Lisboa en Portugal.
A pesar de las amenazas del secuestrador, armado con una carabina, el piloto mostró coraje y sangre fría y tras un vuelo de 30 dramáticos minutos, realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Tires, cerca de la capital.
El piloto sueco relató que el hombre secuestró el avión poco después del despegue en Evora, unos 100 kilómetros al este de Lisboa.
Luego de obligar a los dos paracaidistas a saltar antes de lo previsto, el secuestrador exigió lo mismo del piloto.
"Yo también llevaba un paracaídas, pero me negué", contó el piloto.
Asimismo, explicó que hizo todo lo posible para evitar la caída del avión sobre la capital, a pesar de que era amenazado con el arma a pocos centímetros de su cabeza.
"Al realizar el aterrizaje de emergencia, el avión prácticamente se estrelló, pero los dos sobrevivimos", dijo Anderson a periódicos portugueses.
Tras una breve lucha al lado de los restos de la avioneta, Anderson logró arrebatar la carabina al secuestrador y se alejó del lugar corriendo.
Sin embargo, desde lejos, vio como el hombre, identificado entre tanto como un ex soldado portugués de 41 años de edad, se quitó la vida disparándose con otra arma que llevaba escondida.
El trasfondo del inusual hecho continuaba desconocido este domingo, casi 48 horas después del incidente.
Basándose en informes policiales, medios informaron hoy que el secuestrador del avión había disparado pocas horas antes sobre dos vecinos, hiriéndolos de gravedad.
Definitivamente, los hombres con determinación y coraje actuan en cualquier lugar.
Fuentes:
http://www.nacion.com/ln_ee/2010/febrero/14/mundo2268898.html
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